jueves, 28 de agosto de 2008

Maipú - Santiago

Llego al paradero con los fonos puestos,
la plata y la bip en la mano.

Veo la micro,
distingo ke diga "santiago"
no es que viva en el campo,
(bueno ya, casi casi)
pero las micros que van a Estación Central dicen Santiago.

La hago parar siempre con miedo porque pago escolar
y como no es transantiago,
hay que mostrar el pase y pagar 130 pesos con plata de verdad,
ma' encima mi pase es temporal,
no tiene mi foto,
y los choferes estos, proyectos de seres humanos fracasados,
se molestan cuando uno los hace parar pa' pagarles esas miseras monedas,
así que dentro de mi siempre hago una oración
pa' que alguien que pague pasaje adulto también quiera tomar esa micro.
aveces resulta, aveces no, como todas las oraciones.

Finalmente me subo,
me pasan el boleto de mala forma como siempre,
como si fuera un criminal por ser estudiante,
una lacra de la sociedad,
me dan ganas de contestarles alguna tontera cuando son así,
vez que puedo lo hago.

Miro rápidamente donde sentarme,
tratando de no mirar ni un rostro,
porque típico que la gente mira al que se sube,
y es bastante incómodo la verdá,
yo no lo hago.

Siempre prefiero tazar a la izquierda,
en el penúltimo asiento en la ventana,
sino esta disponible,
bueno otro, pero a la ventana.
Me siento, me saco el pendrive
con los tres metros de cable de los audífonos de mi bolsillo
y empiezo a cambiar...
Hay canciones que me gusta escuchar en la micro,
otras que me gusta escuchar caminando,
y otras cuando estoy esperando...
También depende de mi ánimo en realidá,
que manda casi siempre...

Voy mirando pa' fuera y cuando cacho que alguien sube
pienso que ojala no se siente a mi lado,
lo sieeento, pero soy así.
Es que uno no sabe quien se puede sentar a tu lado!,
mi mayor temor es que sea alguien hediondo,
de transpiración o de humedad
y en las noches alguien ebrio,
tengo tan mala suerte pa' eso,
siempre me tocan a miiiii,
y me hablan o me invitan a tomar con ellos.

Otra posibilidad es que sea alguien sapo,
cuando voy leyendo odio que intenten leer,
me desconcentra y junto saliva para escupirles un ojo en cualquier momento,
nunca lo he hecho, pero las ganas están.

Ojalá irme sola, así voy tarareando en mute y nadie se da cuenta,
y si quiero reír o llorar lo hago tranquila en mi metro cuadrado de asiento.

Por Camino a Melipilla están destruyendo todo,
así que paso por ahí mirando el suelo que está convertido en tremendas excavaciones,
la ruta esta desviada a cada rato y se hacen tacos y se demora mil,
después toma vuelo y cuando ya llega a panamericana se que falta poquito.

Cuando la micro sube y toma General Velásquez
(sobre todo los días que hay ese sol que esta
recién alumbrando y dando calor, típico de primavera)
recuerdo el momento en que tome una decisión importante en mi vida,
la tomé hace un año atrás cuando iba en ese tramo,
Pueden deducir cual es por el texto anterior...
Por ende cada día que paso por ahí me da una sensación de nostalgia y felicidad .

Después de ese túnel del tiempo para mi,
la micro ya entra en la parte final donde se da mil vueltas
cerca de las Torres de San Borja,
ahí recién me enchufo en el día,
pienso a que sala tengo que llegar,
que clase me toca y veo la hora,
se puede decir que es el minuto que atino
que ya no estoy en mi casa durmiendo.

Me bajo una esquina antes del terminal
pa' cortar por el Terminal Santiago hacia la Usach,
camino apurada, por que siempre voy atrasada,
siempre.
Y como no he hecho ningún esfuerzo físico en el día
(y no haré en el resto del día tampoco)
me canso altiro,
entro a la U y pienso en que ya me quiero ir...
La mayoría del tiempo quiero estar en otro lado,
creo que como todas las personas.


Ahora vacaciones.