domingo, 29 de noviembre de 2009

A Mar

.

Así es, exactamente,
que está vivo, respira.
Existe y brilla lo inerte,
inclúyome, inspira.

Cambia todo siempre,
ordena en paz y la da.
Y eso busca el hombre;
el deprimido y el suicida.

Así es, justamente,

como venimos; huida.
Atosigados de muerte,
a recordar la vida.



.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Anagnorisis

En el hito tripartito vendí el carné. Viajé en el tiempo y volví a prometer lo mismo, pero cruzando los dedos. Detrás del árbol me violé a la madurez tapándole la boca y sin mirarla. Rolé cogollo de sensatez y hojitas de orgullo, me los fumé... Y ahí estaba de nuevo, con trece años, si es que alguna vez los tuve, escuchando el - ¿Aló?... ¿Alóo? ¡De repente un tortazo en el tímpano! Mentía dulce, entró tan ácido que perforó el cerebro. Ese fue el día en que perdí un octavo de masa encefálica. Volví a ser mortal y estúpida. Tenía que suceder, pero nunca más conchetumare.

M. Blanca.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Rebelión II

.

Estimadísimo Poeta:

Mi carta anterior tenía por motivo enrrostrarle que existo. No pensé que el epílogo de la novela sería el capítulo en que usted finalmente lo comprendería. Defíname ironía.

Después de semanas de interminables conversaciones, bellas canciones, infantiles dibujos, reveladores versos y encuentros sicóticos, aceptó la invitación sin yo invitarlo; compartió mis más tímidas sonrisas, descifró las verdades de mis miradas, recorrió las dunas de mi cuerpo y sucumbió al lenguaje de mis manos. Me trató como sólo podría hacerlo su sensibilidad. Jamás vi más devoción en otros ojos, más temor a enloquecer, más ahínco en recordar. Sus maneras de querer no las podría olvidar. Me recitó poesía mientras sus dedos tocaban melodías en mi espalda, bailamos a ritmo lento, cálido y torturante. Dijo no haberse sentido así en tanto tiempo, conteniendo decir nunca. ¡Me dijo que lo haría perder la cabeza! ¡Le dije que la perderíamos los dos! ¡Qué dónde estuve! ¡Qué si viniera el amor, el pronóstico anunciaría sufrir! ¡Me hizo sentir la musa más deseada y venerada del Olimpo!

Después de aquel día los versos aparecieron como muertos en guerra. Sentados escribiéndonos pasábamos las horas. Un día; una canción, un lujo de métrica y abstracciones, su obra maestra según usted. Me la regaló confesando no haber podido escribirla jamás sin haberme conocido. Por mí y para mí. Las historias de noche no me las mostró nunca. De mi pluma la tinta brotaba al papel sólo en honor a usted, le obsequiaba cada manchita mientras soñábamos viajes, planes y promesas.

Sin embargo el precio de casar a un dragón, y más encima celeste, se paga con fuego o a quemarropa. Pasó lo obvio; me enamoré de usted y su compañía fortuita. El platonismo se transgredió y la ambición de tenerlo en el día a día crecía noche a noche. Ambición que me hizo creer, desde el primer verso, ser mutua. Pero a usted... A usted le bastó. ¡Me apuñaló diciendo no necesitar nada más que saber que existo! y se abalanzó sobre el escritorio buscando un papel, mientras el puñal terminaba de entrar en mi pecho me lanzó un poema, lo tomé en el aire, lo puse en mi pecho intentando detener la hemorragia, pero no bastó... Se manchó hasta la inocencia.

Ni con cortesía me está pagando ¡Hoy sólo me habla para hacerme leer sus versos y yo aquí con un pulmón perforado apenas y respiro! Alega a su favor que todo es para mí ¡Todo, menos usted! Me volví víctima de mí misma, viviendo de quien me mata, matándome por vivirle. Renuncio. Anémica, no debo desangrarme de amor y menos de odio. Escríbame hasta donde le alcancen las proyecciones que hace de mí, después búsquese otra ninfa que le aguante sus delirios de cómodo ermitaño mediocre ¡Ah, pero qué torpe! ¡Había olvidado que usted tiene mujer! ¡Esa que ni quiere ni respeta, pero lo estabiliza! ¡Yo no, yo estoy tan loca como usted! ¡Dígale a ella que le inspire universos!.. ¿O fue justamente esa carencia lo que lo hizo venir hipnotizado aquí? ¡Su sirena se desescamó y vuestro mar se secó hace siglos! Sígale mintiendo, invéntele ríos, yo y el mío seguiremos mirando el Rosas, pero no en esa banca.

Esta carta sí es para regañarle. ¡Usted es un egoísta; conmigo y consigo mismo! ¡Sabe que juntos podríamos ser dioses con el poder que nos dió el invierno! ¡Mire lo que ha creado con sólo un paseo "celestial"! Me enerva su recelo a quebrar la fantasía que erigió sobre mí, y mayor es su miedo a corroborar que si soy una realidad no podría sino enamorarse más, tener que elegir y arriesgar. Y ya saben lo que dicen, quien no se arriesga no... No vale la pena. La justicia es mi piedra angular y nadie conoció esa virtud mejor que usted. Así que hoy hemos de morir; tome asiento, yo me encargo. Viviremos en nosotros sólo hasta que los recuerdos que tanto nos costó salvar se ahoguen y nosotros con ellos. Justo como no lo quiso usted; con estos ojos, estas cejas y muy gris.

Si decide volver y quedarse; búsqueme, aquí estaré un tiempo con mis profundidades. Olvidar ésta vez será trabajo y le ando sacando la vuelta. Vuelva si elige vivir de valentía, pero no le aseguro estar aún para usted. Poetas y marineros valerosos me rondan, no se crea el único que escucha mi canto... Aunque hoy sea el único que yo quisiera que me oyera hasta ensordecer.


Desapareciendo de su cama de papel,




María Antonieta.
Hoy, María Blanca.








(... Al Demonio.)
.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Conversaciones de lavamanos

.

- Ya cabras, tienen pega, vengan pa' acá.
- Usté dirá; dónde y cuánto.
- Desde aquí... Todo el largo.
- ¿Todo el..?... ¿Qué le pasó mijita?
- A'er ¿Son periodistas o tijeras las hueonas?
- Ay, ya... ¿Está segura?
- Segura nunca.
- ¿Veamos como anda mañana mejor? Madrugada no es buena consejera.
- Madrugada no da consejos. Pide hechos honestos, yo le creo.
- ¿Y si no le viene el corte?
- Prefiero eso a que me venga la angustia.
- Oiga, ¿y si metimo' mano en la chasquilla no má?
- No me están entendiendo parece, ¡no es pataleta!... Lo necesito... Y tiene que ser harto, un punto aparte, no una coma.
- Como hace cinco años...
- Sí... como esa vez.
- Ya. No es que no queramos trabajar ¿ah?, pero ¿y si se lo pinta no más?, como las últimas... ¿Cuatro veces?
- Esas eran comas.
- Ah... Bueno. Esto es un crimen señorita... Pero usté manda. ¿Le damos?
- Sí, afílense que yo disparo.
- Craj... Craj... Craj... Craj...
(En un segundo late, el otro muere, el otro cae y el último nace)
- ¿Les he dicho alguna vez que las quiero?



.

martes, 17 de noviembre de 2009

74 días de tú

.

Brote remoto, iceberg hundido, número infinito, locura recetada, palabra pintada, luz que opaca, veneno adictivo, paz que exaspera, musa implasmable, timidez excitante, escultura impensada, ciudad virgen, tormenta sin furia, rosal armado, oro disfrazado, delicadeza ermitaña, herida que embellece, sangre que sonroja, pájaro que no aterriza.

M. Blanca (ex - M. Antonieta).

.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Alabama

.
Como éste Jazz:
.
Apretándome desde adentro,
con una mano,
el ombligo y lo que alcance,
abajo del esternón hundiéndose.
Ocupándome
espacio en los pulmones,
cortándome
el paso del aire,
aplastándome
suavecito el pecho.
Erizando los hombros,
juntando los párpados,
acariciando con dos dedos
la espalda hasta su fin...
.
Y dueles;
en alma triste
saxofón,
grave y profundo
violoncello,
punzante
redoble de platillos,
terrible
acorde de piano,
expectante
silencio de orquesta,
lejano
vozarrón que no está,
se adivina,
es el saxo...
Así mismo tú
cuando son tus palabras.
.
Y eres;
constante cadencia suficiente.
Sencillo,
complejo,
tranquilo,
tormentoso.
Despreocupado,
ocupado,
nocturno,
anacrónico.
Preciso,
refinado,
etéreo,
absoluto.
Suave,
sensible,
maldito
y gris.
Tal como éste jazz.


M. Antonieta.
.



miércoles, 4 de noviembre de 2009

Me acordé

No estoy siendo ella,
y pa' peor soy otra muy distinta.


No controlo,

la familia puede creer que sí
porque no me han visitado en cárcel ni en loquero,
pero si el gatillo llegara a mi mano, mataría.
Si me acaricia de nuevo, no se salva.

Si duele mañana, mañana vemos.
Si está servido, beberé...
¿Qué tengo aparte de lealtad al impulso?
¿De hedonismo y sinceridad animal?

Lo prometí en tu nombre,
porque hoy no me respeto.


Estoy escribiendo pensando en
lo confuso que te hablaría si te llamo,
porque la voz se corta como mi pelo,
de la raíz a la punta leo;

no hago lo que quiero, claramente,
no quiero lo que hago,
no tengo lo que amo, negramente,
no amo lo que tengo.


El arte era el camino más noble,
el mío lo pinté con sangre estancada.
Vida culiá,
me pesa la que no he llevado a mi cama,
se cae a pedazos la que sí. Sífilis inminente.

- ¡Tan pendeja matándose a estas horas!
- Disculpe, pero a mí sí me importa no ser feliz.
- Trabajarle a quién, contésteme eso.

- Si supiera... A la vida ojalá.

¡Imaginar basta! ¡Sí!
¡Cuando no hay dinero de por medio!
Me queda imaginarte a ti,
y tenerte a ratos,
luego; extrañarte e, i, o y u ratos.
¿De qué me sirven hoy tus versos

si no me contienen el cuerpo
cuando me desencajo demonio?

Váyanse. Todo me pesa,
y no hay balanza ni amigo que soporte.
Me fumaría hasta las falanges,
pero no tengo fósforos.



.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Corta


Qué fácil
existir, pero ¿encontró una razón?
Qué fácil
no fumar si no le pesa el respirar.
Qué fácil
no emborracharse si no acostumbra transgredirse.
Qué fácil
ser galán siendo hombre, una es puta.
Qué fácil
caminar, pero ¿sabe a dónde llega?
Qué fácil
lamentarse si no se detuvo a comprar pañuelos.
Qué fácil
olvidar vivir si vive reviviendo lo olvidado.
Qué fácil
seguir en pie y ya vamo' si se jala esos gramo'.
Qué fácil
soñar, ahora; haga algo.
Qué fácil
escribir, hacerlo distinto no tanto.
Qué fácil
saber todo eso si asistió a esos colegios.
Qué fácil
tener todo eso si se meció en esa cuna.
Qué fácil
no rascarme cuando no le pica a usted.
Qué fácil
callar, no puedo estrangularte.
Qué fácil
enamorarse de ti.
.