domingo, 27 de enero de 2008

Un día...

Quiero viajar,
conocer un lugar muy alto,
otro muy solo,
otro muy exótico
y por último uno de aguas transparentes.

Quiero tener una casa con muchas ventanas

para que entre mucha luz,
una cama gigante,
y un baño que combine.
También mucho espacio libre
para hacer muchas fiestas,
camas que sobren,
y unos seis parlantes mínimo.

Quiero ser igual de querida, de saludable y de delgada.

Quiero no tener que llegar a usar tarjetas de crédito,
por necesidad o por ambición,
no las quiero usar.

Quiero que mi astigmatismo no avance.
No quiero enterrar a los ke quiero,
menos a mi mamá.
Quiero morir acompañada.

Quiero trabajar en algo que me guste,
ni siquiera sé si en lo que estoy estudiando...
Pero no quiero llegar a tirar licencias
por depresión o estrés.

Quiero ser una adulta
no olvidando que fui joven,
que fui niña y
un día no sabía caminar.

Quiero un hombre que me ame siempre,
a su manera si quiere,
pero siempre.

Quiero cuidar una plantita
y que no se me muera,
¡por lo menos una!

Quiero escribir un libro,

hacerme un tatuaje
y tener un hijo.
Estas tres cosas,
están reservadas para un tiempo lejano
en que tenga claro;
que quiero y tengo que escribir,
que quiero plasmarme en la piel,
y con quien quiero trascender en esta tierra.


En querer no hay engaño.






martes, 22 de enero de 2008

Uno contra uno

Hoy quisiera confesar algo,
para ponerme de ejemplo,
y así publicamente porque es algo que no oculto,
entonces como que da un poco lo mismo,
porque si el que lee me conoce,
yo nunca voy a negar lo que sigue en los próximos párrafos,
y si usted no me conoce,
pues da exactamente lo mismo que lo sepa entonces.

Yo fui un asco de persona años atrás,

no estaba muy seguido lúcida,
volaba por los aires,
mi vida estaba llena de
noches inconciente,
horas olvidadas,
risas que hacían adormecer las penas,
cortinas de humo,
cuerpos extraños,
malos sabores,
malas personas,
muchas mentiras...
Los días y noches eran un estado de constante escape,
cuando volvía a lo concreto rogaba no estar sola,
no escushar el silencio,
porque me encontraba conmigo y me daba pánico,
mi vida entera era un deseo de no estar,
la desilución de un primer amor sembró en mi
las ancias de utilizar a cada hombre que se me antojara,
y lo hice,
nada era serio,
era una niña jugando a ser...
A no ser mejor dicho.
Mañanas con sabor a noche rancia
y a alma olvidada en el bolsillo.
Lo principal era evadir y no morir en el intento.

Verme sola,

un auto que me atropelló en mal estado,
y un casi coma etílico,
me hicieron volver...
O quizás recién empezar...

Y es que yo creo,
según mi experiencia,
(no sé si así realmente es,
como cada cosa que he escrito)
que la gente cambia cuando le pasa algo terrible,
cuando definitivamente se convence
que no puede seguir así,
hablo de estar absolutamente convencido
y molesto con la situación,
solo es ahí,
al borde,
al límite,
cuando te ves perdido
y perdiendo,
sin poder agarrarte de nada,
en el vacío,
ahí en el fondo,
haciendo eco,
hecho mierda,
reaccionas.

Esto que he escrito puede que suene lógiko o quizás sabido, pero no es a lo que voy, lo que quiero destacar es el punto de que uno cambia cuando UNO está mal con UNO mismo.

No porque el de al lado te pide que cambies. Es personal.

Esto va escrito para las personas que tienen complejo de mamá, y quieren salvar a la gente que anda de estropajo por la vida, lo cual es muy noble, están convencidas por fe que justamente ellas son el tipo de personas que pueden lograr el cambio.
Creo que yo no creo que suceda.

Yo cambié cuando yo me vi mal, no cuando me vieron mal.

Aunque dicen que hay gente que tiene la inteligencia emocional suficiente para aprender de la experiencia o consejos de otros, sin la necesidad de haber pasado por la situación... Yo creo que hay pocas personas así, a esta edad por lo menos. La gente se aporrea y se levanta y así toda la vida, creo que incluso de eso se trata.

No gasten tiempo en tratar de hacerlos cambiar por que a ustedes les molesta que sean así, pueden mostrarle el panorama, y refregarselo en la cara si quieren, pero no exigirles que cambien. Cada persona tiene su ritmo de aprendizaje, y aunque quizás produzca impotencia ver a algunos tan lentos, hay que tenerles paciencia y rogar al cielo que ojalá la caída que hace click! no sea ni muy grande ni muy tarde.

Puede sonar cómodo todo esto, pero no lo es, es difícil cruzarse de brazos y esperar la caída de una persona que se quiere. Los niños cuando se caen y lloran hay que dejarlos levantarse solos, ellos se las ingenian para hacerlo y lo aprenden, no hay por que correr a socorrerlos y uno lo sabe.

Los cambios de verdad son de la boca hacia adentro, y allí la pelea es UNO contra UNO.















martes, 15 de enero de 2008

Él y ella (light version)

Ella lo vió un día y no pudo dejar de mirarlo y se sentía muy mal por eso...
Él no la vió,

Ella lo volvió a ver en otra ocasión.
y el flash de su cámara hizo que él se volteara.
Él ahora si la vió.
y no pudo dejar de mirarla...
Ella trato de no pensar más en aquello.
Él la buscó,
y la encontró pero no le habló.
Ella tampoco...
Él no quería parecer un casanova cualquiera.
Ella era una señorita comprometida y no una cualquiera.

Un par de días después
él supo que a ella le gustaba él.
Ella supo que también a él le gustaba ella.

En cuatro horas
él sufría por ella,
sentía que ella podía ser ELLA.
Ella lloraba pues no era tan fácil.

Días después
ella sintió que podía ser ÉL
Y lo apostó todo,
renunció a lo que tenía sin siquiera conocerlo.

Días después
él la invitó,
ella aceptó,
él la vió y no quería ir,
ella quería morirse ahí mismo,
él no sabía la noticia,
ella le contó,
él hizo como que no se alegró,
ella sabía que se alegraba.
Él se acercó,
ella lo abrazó y le confesó algo...
Él le dijo que lo hiciera,
ella de nuevo quería morirse,
él le dijo que entonces lo hacía él...
Y la besó...
Ella se lo respondió,
Él se sonrió...
Ella también...








Hace cuatro meses ella lo ama con toda su alma.
Ella, por fin, gracias a Dios, y como siempre soñé, ella, soy yo.











viernes, 4 de enero de 2008

Las niñas no tan niñas.


Existen las niñas no tan niñas pa sus cosas como yo,

y creo que es completamente legal y auténtico.

Personalmente siempre he sido poco mina pa mis cosas,
no sé de marcas de ropa,
ni de cosméticos,
ni de tiendas,
ni de malls,
ni de revistas,
ni de moda,
ni de minos de la tele,
ni de pijamadas,
ni de música romántica...

Mi grupo de amigos y de carretes son generalmente hombres
y se rascan los cocos frente mio,
no es broma.

Y las niñas que me caen bien y/o son mis amigas
son también poco niñas pa sus cosas,
y nos entedemos muy bien.

Ojo, que apesar de todo esto,
me considero muy f e m e n i n a...
¿cómo se entiende?

Porque lo de ser mujer tiene que ver con lo de adentro,
¡por el sentir! ¡por ser bien MUJER!
Por los sentimientos,
los valores,
la entrega,
el autorrespeto,
la inteligencia,
la sensibilidad,
la sensualidad,
la delicadeza,
la perceptividad,
¡éstas son las cosas que importan y diferencian a una mujer!

Porque una mina tiene que comportarse como el estereotipo de una mina?
y que te vean como solo una mina?
que jamás te vean como una posible amiga con la cual compartir intereses,
como una persona interesante por lo que hace, piensa o dice,
como competencia en algún ámbito...
Siempre he creído que la mujer
tiene siempre mucho que entregar además de su belleza.

Conozco muchas mujeres,
por eso escribo lo que escribo,
y por lo mismo esto va dedicado
con amor a:
Pau, Sole, Berny, Jhanna, María José
y pa cualquiera que se sienta no tan mina,
pero siempre bien MUJERCITA.