sábado, 20 de agosto de 2011

Sangre

Aún ni nazco
Papá y mamá; dos niños
Sin vello púbico
Tengo un solo nombre
Muchos papeles sin valor
¿Por qué no fui ballena?
Jesús me mira feo en todas las fotos
A mí, que ni soy
Que hablo bien no más conmigo
Y olvido
Por sobrevivencia.
Pero a pesar de la fama, yo aún no vivo
Me puro andaba matando y no matando
Y cachen que pude ser asesina, por
Huérfana
Exiliada
Inhumana
¿Por qué no fui nube con forma de gato?
Estoy prestada y
Desechable
Me agarré cariño tanto molestarme
Pero no me ubico
No me peso.
Quizás sea la maldición de la Trinidad
¡Sal de mí, complejo inútil de cordero!
¡Ningún libro me enseñará quien soy!
No.
La puerta no se ve.
Intuyo
Camino
A veces me encuentra la vida.
Naceré pronto
La sangre y la luna me contaron que
Seré mujer.










sábado, 13 de agosto de 2011

Línea de tiempo


Mi tiempo es escribir esta línea;
Si bien; si mal; en otro tiempo -que no es mío- se sabrá
Y no se sabrá también
Somos tantos y sólo
Quedará para quien recuerde lo que quede
Entre lo automático y lo traumático
Una versión propia decente;
Si viene de enemigos, indecente,
Para contar a cualquier
Aunque yo no vea el sentido en hacerlo
Y al mismo tiempo, lo hago, con sumo cuidado.
Bajo la mirada de un catalejo
Vine a ser La contradicción
Mi caleidoscopio dice La curiosidad
Y para serla
No podría vivir sino solo en ésta línea
Y es mentira que la viví y también la verdad
Y qué
Puedo con el verano, puedo con la muerte
Elijo no elegir y mirar, elijo cada detalle, elijo la nada,
elijo un cigarro, elijo no fumar más, elijo una cajetilla, elijo pedir una fumada, elijo fumar un cigarro imaginario, elijo dibujarme fumando, elijo mirar el humo de otro que fuma, elijo escribir u-n c-i-g-a-r-r-o.
Mi tiempo es un espacio en el que cabe lo que tenga que caber
Porque ya llegué -al fin- al principio.
Que no es el principio habitual que viene después de los derrumbes
Sino esos principios naturales de las galaxias.
Porque puedo con el invierno, puedo con la vida
Puedo ya ir y no ir, llegar para irme y nunca volver, quedarme, esperar, correr hasta que venga el cansancio que interrumpe mi larga noche
Esa será mi versión
Una noche eterna en que siempre llovió
Llovió azul, llovió negro, llovió rosado, llovió blanco, llovió gris, llovió rojo y como fuera sonaba en el techo, avisando como avisa la lluvia, que estamos aquí y que afuera llueve igual, pero no igual.
Duermo al dinero y todo su séquito, duermo al poder y todo mi séquito, duermo al reloj, al país, a la mamá, al que venga
Para estar despierta en mi tiempo, que es ésta línea sin tiempo
Para que el que venga mañana diga que le dijeron que leyó algo que parece que se le olvidó.




lunes, 8 de agosto de 2011

El Tesoro

Merecer es prismático, amor;
y humilde el mirar por allí.
Yo lloraba porque nacía -y así y al fin- este mapa.

Me suelo ver envuelta en bolsas negras
Por sucia o por tiesa y
Desde allí te arruino la sonrisa
Después de contarte el chiste
Como para que recuerdes
Lo valiente que hay que ser
Y lo seas. Y lo eres.
Valiente mío
Tengo relojes de juguete y groserías
Órganos perennes en pura inconsciencia
Y a veces frío, caminando por Ecuador.

Tú y yo hemos muerto antes
Sabemos de mordeduras de gusanos y fantasmas
Entonces, nos palpamos bien la sangre
Hablamos lo que se calla
y la lluvia nos parece qué música.

Merecer es prismático; yo veo
Tu sombrero de copa y mis pantalones lila
Tu abrazo desenojado y mi abrazo a mi enojo
Los niños que vienen... Yo niña apenas llego
Pero llego
Y a tu lado.

Ni tú ni yo un todo;
Todo, sumando tú y yo.
Déjame seguir siendo
y no dejaré de seguirte.
Creceremos y subiremos.

Dando por obvia nuestra bella embarcación,
los peces y todos los esfuerzos humanos,
Espero nunca dejemos de sentir
Que no nos merecemos,
Mi amor.
Ahí está el tesoro.


martes, 2 de agosto de 2011

Sobre Vivencia

"Hay que llegar vivos a nuestra propia muerte"
Yo la miro y pienso:
A mi gata no se le ha muerto nadie
Pero sabe que hay muerte
Eso noto cuando entra mi perro
Se le sale el corazón por la espinita
Y corre por su vida
Pero se le olvida al rato
Porque duerme demasiado
y Porque sabe pero no piensa; siente
Entonces la envidio un poco
Pero al rato me pregunto
¿Sabrá que está viva?
Es distinto...
No, no es distinto,
Lo sabe pero no lo piensa
Siente estar viva no más
Por eso duerme tanto
Debe agotar sentir la vida
Todo el tiempo la vida
Sin ayer
Sin mañana
Sin temores
Sin pasión
Pero con muerte
Con muerte y con vida
Así es ser gata
Toro ballena flamenco
Y todos los otros
Maestros de Conciencia:
Sienten La Vida
Rehúyen La Muerte...
Y asimismo deberías tú...
Después de saber ser animal;
Ser Humano,
Me increpó mi gata
Mientras dormía en su esquina.

lunes, 1 de agosto de 2011

Bajo el Sótano (Testimonio de una ex-loca)

Mi locura era muy seria... Y todos se divertían con ella. Así de lejos estaba yo o estaban los demás. Hubo quienes, incluso, se enamoraron de mi locura; le escribían, le cantaban, la soñaban. Solo algunos amigos temían por mí, porque la habían visto antes y no era un coro de ángeles. Yo estaba francamente aterrada y nada detenía mi enloquecimiento porque la proporción entre locura y miedo era tan intensa como abismante. El problema no era mi locura en sí -según yo- sino que mi locura se sentía angustiosamente sola y muy lejos de lo vivido, lo sentido y lo creído por los que amaba. Y eso que amaba a un par de locos, pero ellos tampoco entendían. Mi locura estuvo a punto de convertirse en yo. Cada día pasaba menos tiempo en la realidad. Lo sentido quería ser pensado, lo pensado quería ser sentido y entremedio un sin fin de preguntas sin sentido apuntaban a intentar comprender como es que todo en mi vida era tan negro, profundo o superfluo: negro.

Una noche, la peor, sentí la presencia de brujas o algo por el estilo. Me explicaban que era mi esencia la negra y que mi hija muerta era muestra de ello. Entonces, infinitamente triste y podrida, estuve a punto de entregarme al sonido sordo, a las imágenes inconexas que tienen sentido en otro sitio dentro de mi cabeza, en ese lugar que conocía solo por minutos, suficientes para perturbar hasta las vísceras. Ahí, a punto de abandonarme definitivamente a la fantasía, la imagen de un hombre se interpuso entre el aquelarre y yo.

¿Quién es ese?- Preguntaron mis brujas
Nadie, un compañero... amigo quizás - Respondí
¿Y lo estás extrañando? 
¿Creo que sí?

Era el hombre más enloquecido y de algún modo parecido a mí que había conocido. En el último tiempo se había transformado en la persona con quien más compartía a diario. Reparé entonces en que mi locura cuando estaba con él desaparecía, porque ya no se sentía sola, se entendía y se transformaba en algo nuevo y nuestro. Sin saber él nada de mis delirios - fehacientemente al menos - al día siguiente me besó por primera vez. Una semana después acordamos casarnos... Dirán que ahora sí que me volví loca, pero no. Creo que estoy rehabilitada o parecido... Sigo teniendo alucinaciones: cuando me abraza veo paisajes de montañas, aguas celestes, peces tropicales, selvas de bambú... Supongo que esto es como ser alcohólico, siempre se es, el punto está en llevarlo de la mejor manera. Nunca me sentí más sana mentalmente que ahora, aunque no ha sido fácil. Son años de vicios mentales, pero nada que el amor de tu vida no pueda curar. No existe el hombre perfecto; sí el hombre perfecto para mí, para ti. Sueñen la compañía que necesitan dar y recibir. Suéñenlo(a) siendo ustedes mismas(os), por muy solas(os) que se lleguen a sentir, no se pierdan en querer ser o tener un prototipo. No se mientan. La felicidad es intimidad y comodidad, juntas y revueltas. Suele estar muy dentro, después de la habitación más oscura, justo bajo el sótano, en los cimientos.

Mírate


... A Madrhija

Mírate
Gritando a un perro que mueve la cola
Hablando de muerte entre velas y torta
Mírate
Deseando que llore todo el que no vio
Que eres hermosa y perfecta.
Tú no necesitas ni pedir ni dar perdón.

Mírate
La frente partida de rabia tan luego
Mírate
El vacío
Tan negro.

Mírate y
Escúchate bien, Niña Vieja
Reclamando Hombre
Sin ser Mujer.

Mírate
Desnuda sin rimel
Y no te mates;
Descuérate,
Deja que el tiempo que viene te arrope
y borre todos los rasguños.

Las hojas que apenas y mal escribiste 
No pueden arrugarse tantas veces sin borrarse, 
Míralas bien
Y luego mírate tú,
Otra vez.


Él


(detalle)

El Abrazo