jueves, 13 de septiembre de 2012

CAMBIO DE CASA


No sé que cresta le pasa a blogger, no me deja modificar el diseño del blog... 
En vista de que ha venido presentando problemas, me cambio a otra casa a pintar la pieza: 

http://piezablanca.bligoo.cl/
http://piezablanca.bligoo.cl/
http://piezablanca.bligoo.cl/ 




domingo, 26 de agosto de 2012


Iba pensando
pensando que caminaba y lo lograba: caminaba, iba sintiendo el peso ingrávido del inmenso vacío dentro de otro, pensando que no hay sentido, y que no sé porqué lo harán los demás, porque quedarse, para bien o mal, yo no veía otra razón válida que esa sonrisa y me detuve para cruzar la calle y alcanzar un colectivo, cuando me leí en la pared con mi puño y letra. Lo escribí en ese momento o quizás otro día anterior, pero supe que lo escribí para mí, aunque no lo haya escrito y pensé en tomar el colectivo y salvarme de un atropello casi accidental. Y tomé el colectivo y me fui pensando en lo que me queda.

lunes, 20 de agosto de 2012

El silencio dice

un grito viene del fondo y se queda a la orilla

me da pena verlo ahí 
sin oírse 

déjalo así
hay mucho escándalo ya

podriamos salir a echarlo afuera, al bosque 

podríamos echar todo fuera
y que se quede sola 
a ver si así se va de una vez
y la lloren de lástima algunos 

mejor que lloren por el grito que quedó al fondo 
que fue lo único que se guardó 
y lo más cierto que pudo haber dicho.

domingo, 19 de agosto de 2012

Pieza Blanca


Cuando desperté, vi pasar toda la vida que había olvidado delante de mis ojos. Pasaron en rápida secuencia todos aquellos momentos que eran el colmo y la peste. La aberración de la vida misma. Luego de cuatro horas terminaron las imágenes. Entendí el momento con una carcajada que al segundo me rajó la cara en llanto, como quien ha vaticinado tantas veces bromeando lo que de pronto es la más puta verdad cayendo como un mazo sobre las rodillas y te caes a tragar barro. Recogí mis extremidades de plasticina. Las junté en el centro y las metí junto con todo lo demás en mi cabeza. Ya no había nada que ocultarme. Al fin morí, pensé. Y me acerqué a la luz. Eran dos luces, como dos túneles. Pensé que era de lo más obvio. Era mi muerte. Al llegar a la luz, pude verme manejando el tren y también atropellada unos metros más allá. Estaba mirando desde atrás de mis ojos. Quise ser la que estaba en el camino -aunque lo era- descansando, sin piernas para poder ir a ningún lugar más que al cielo. Al cielo con nubes que llueven y que luego solean y lunean las rocas luminosas. Quise despertar de nuevo. No lo logré. Estaba más despierta que jamás antes. Así que corrí de vuelta hacia lo oscuro y vi todos mis pequeños desastres bostezando y estirándose, ocupando más y más espacio, destiñéndose a blanco y negro, saturando sombras y estaba ahí todo mi temor flotando en medio, el gran cerebro y la pequeña neurona cruzando la cortina de mi pieza, atrás las paredes que mentían -yo lo sabía- y colgaban de ellas mis honores de mierda, las copas de costras, el abandono y el abandono, pobres hombres, toda la droga y las maracas que se fueron, la calle ancha y los caminos que daban a acantilados, penes y tatuajes como llagas, la sonrisa de mi madre matando a mi padre, mi perra muerta, mi hija muerta y la vergüenza, la más pura y total vergüenza, incluso teniendo solo el deseo de mirar el cielo y poco más... Yo hice poesía y me la viví. Tuve incluso felicidad. Lo tuve todo. Un paraíso y un Adán... Pero Eva venía del infierno... Puse en marcha el tren, pasé por encima de mi cadáver y me dirigí a Pieza Blanca.

domingo, 12 de agosto de 2012

Diario Austral



Acá es lindo, si uno quiere. Se respira aire puro y leña quemada cuando cae el frío y la niebla que todo lo borra. Llueve de todas maneras; a gotitas atómicas, a llanterío, hacia el horizonte y a baldes dilúvicos. Hay perros sin patas traseras. Hay bandurrias enormes que cantan burlas sobre los techos y lobos de mar rascándose la panza en la costanera. Hay un copihue huacho en algún lugar y unas torres de vigilancia del 1600. Se llega a cualquier lugar en cinco, quince minutos, veinte máximo, es lo mejor. La gente no se interesa en ti, ni siquiera cuando te vende algo. Nadie necesita ni un saludo. Pero es mentira, no se interesa en mostrarte su interés, pero sí lo hace. Hay cuchicheo. Será porque no pasa mucho. Será que nacer en "regiones" que son casi ciudad provoca un sentimiento apático entre ser más que un pueblo y menos que una metrópoli. Será que los alemanes contagiaron al huaso. Será que el turista es molesto. No sé. Peor que para distraerse hay poca cultura, pagada o gratis, poquita. Ni cultura cívica hay, dijo el chino, viendo como no le abrían paso a una ambulancia enrojecida. Hay que cuidarse uno y buscárselas como sea. Hay poco trabajo y los que tienen, trabajan poco. Las mujeres conducen sus autos como si hubieran comprado la vida de todos. Los hombres son patrones de su fundo que no tienen. Los adultos en general son amargados y ambiciosos y tristes. La gente mayor no se ve. Los jóvenes y los niños son como en todos lados, menos mal. Las iglesias invaden la ciudad. Hay un par de locos vagabundos en el centro y unas viejitas locas que andan juntas y corren y se ríen y molestan a la gente. Acá no se puede ser loco y vivir en una casa. Te descubren.

Te veo



Piel de fina arena
Olas nocturnas te coronan
Raíces rodean tu boca
Fruta de tu corazón;

Un tigre azul y brillante
Que monta al vuelo un dragón
Seis de oro y Nueve diamante
Llama violeta es mi sol.

Y eterno arcoiris
Es tu sonrisa, cielo mío.


La nece(si)dad de los Pies



Traía esta suerte
Mala mía;
De oro barato y fábulas,
Hija de la altanería
Y otras mentiras.

Autoexiliada y en la niebla
Planté un delirio y lo llamé vida
La lluvia le haría de amor
Y los atardeceres de despedidas.

Caí y

Caí y

Caí

Fuera de mi cuerpo...

Exhausta,

Me quedé en el suelo

Y contemplé.


La quietud y el cielo moreno
Me parecieron que yo era Dios
Cerrando el portoncito
De mi jardín fluorescente.

Mala mía que ni cerca
¡Mala amiga, fantasía!
No hay pasado sin pies
Y traía yo flotando en los ojos
La suerte de mal amor
De mal honor, de mal por bien.

No volveré a decir ¡Ay de mi!
Oigo una voz luminosa
Que quiere ser mi veleta.

Volveré a mí
Y a mi corazón -amordazado-
Que le llevaba sonriendo las pantuflas a papá.




















 



lunes, 16 de julio de 2012

Libertad es obedecer (al corazón)



Seguir el latido
Que pulsa en el silencio
Bellas melodías que sonroja cantar
Es la fantástica frustración
De quien se aleja
Tanto
Que logra oírse tal cual
El espíritu.

Antes
El despojo
La guerra del espejo
El triunfo rojo
El cuarto limpio
Elegir un afán y derramarlo
Actuar simple
Pensar por dos
Desear sonrisas.




viernes, 1 de junio de 2012

Sádido Sábaco

Llovían agujas en sus fiestas. Ellos lo sabían. Las esperaban. Venían siguiéndolos en la semana. Tras la lluvia, se lamían las gotas de sangre unos a otros en la penumbra. La saliva caía por todos lados en hilos acuosos y brillantes. Sus destellos hacían olvidar el dolor. Todo el dolor. Entonces, incómodos, uno a uno, se comenzaban a morder los labios y la lengua, hasta partirla. Luego ninguno podía ya hablar ni entender. Sin palabras ni muchos pensamientos, sólo con el dolor manifiesto, acercaban sus cuerpos. Los hombres mamaban a las mujeres; las mujeres mamaban a los hombres; los hombres mamaban a los hombres; las mujeres mamaban a las mujeres. Y mientras lo hacían, lloraban. Envueltos en sangre y saliva, ninguno - ni ellos mismos- lo notaban. Así eran sus fiestas.



miércoles, 30 de mayo de 2012

Hondas


Vienen recuerdos
Inusuales
Vividos
Con poca intención
Dicen
Yo también
Aunque ni signifique
Fui caminado;
Te olvidaste
Que fui
Y que no volví
Y nada pasó
Sino tantas cosas...
Porque se sigue
Sola por las piedras
Sola con la pena
Sola acompañada
Sola y los símbolos
Ahora
Sola con la Vida
Y el día de nuevo
Los árboles nuevos
Elásticos
Golpean hojas a mi cabeza y
Vienen recuerdos
Inusuales...
Lo lejos
De esa
Que fui.
Hoy lo duro
De hacerlo bien.



viernes, 27 de abril de 2012

Sequía en el sur

Escribe, dicen
Recopila y envía, dicen

Si viviera aún con mamá
Podría jugar
A la poesía
Como antes
Hasta que volvía el sol
Pero ahora
El sol no vuelve.

Quien leería a una garzona sin bar
O a una publicista que niega serlo.

Valdivia nublada no necesita a nadie
Y yo no la necesito a ella
Pero aquí vine 
Y hay poco más
Que pan y vino
Dinero para el próximo gas
Y el amor
De ese que todo lo soporta y hace bien
De ese del que no sé escribir.

Por mi parte
Volví a rezar:
Que llueva.

martes, 24 de abril de 2012

El Ojo Propio


Olas de hojas en los pies
La lámpara de un árbol amarillo
¿Qué ilumina la lejanía?
Nada.
La luz está en los ojos del que ve
y nadie escribe en este párrafo.

Un gato es cualquier gato
y está mi Fiona;

O todos son mi Fiona
Y un gato es todos los gatos.

Mejor no sufrir
Mejor amar
A lo bíblico
Pero sin elegidos.

Amarlo todo
Hasta la pepas del morrón.

Que en esta única vez
Lo bueno de saber que no se sabe y hacer
Es cagarla distinto
Y sólo así; no cagarla.












domingo, 15 de abril de 2012

La nueva dirección


Yo, que me quise adelantar
Hoy que es mañana aún no llego.
Me quedé guardando lo que ella lavó
En esos gestos para que nunca me fuera
O así lo veo yo, que entiendo poco,
Cuando se me pedía
-A mí, una niña siguiendo nubes-
Que recordara el nombre de la calle
- Yo venía por lo alto, señor
También pudo ser el amor, entiende.

Cansada del decir y del hacer
Y del (no) llegar
Quisiera solo la mimesis
Teñirme de rojo otoño
Y salpicar.

No se sueña el calcetín en la silla
Pero está ahí
- ¡Y qué importa!
- No, no importa nada
Ese es el problema
Que está ahí y no importa;
Solo debe guardarse. Pero es que
Yo aún no llego
A saber en qué calle estoy viviendo.



lunes, 19 de marzo de 2012

La mujer increíble

Insondables todos. Nos creímos salvados. En el epicentro al mismo tiempo. Pero solo nos arrastró la ola hacia el mismo punto y luego había tantos otros. Naufragio a quemarropa. Mientras flotaba sobre el timón recuerdo que soñé con un sentimiento perfecto y cuando desperté seguí soñándolo. En un par de horas perdí el conocimiento y recuperé la conciencia. Ahora me estorba y el diagnóstico nocturno reza bruxismo cerebral. Estocada en la válvula y cojera de un ojo. Me palpo las costillas. Soy yo. Enflaqueciendo. Insomne. Soy yo: Nada más y poco menos que La mujer increíble. No hay quien no dudara de mi. Mi, una flor aplastada por su zapato. No miento, así es. Y esta noche: llueve petroleo y me desangro en una posa rosada, luego la epilepsia. Ustedes qué saben. Todos ustedes estando fuera de mí. No supongan. Se equivocan. Ocúpense de sí. Insondables todos y todo. Y así aposté el doble. La mujer increíble. Algo trama. Ella controla. Nadie puede tatuarse un círculo y no hablar el código. Lo vio en algún lado, seguro. Sí, claro. Seguro. Verán: Hay una clase de belleza que no ilumina; marea. Huele a algo conocido, pero opuesto a lo vulgar; a retorno dulce. Luego se esfuma dejando un halo de pregunta olvidada que era importante, casi crucial, incluso de respuesta. La memoria es frágil porque no se está quieta. Se acomoda bajo la piel y muta y hace mutar a quien. Sobrevivencia. Hay que resistir de algún modo la soledad de lo individuo. La soledad de que nadie entienda ni ame sin dudar de la intención. Como si no fueran insondables también. Y la mujer increiblemente sola no tramaba nada, pero nadie se lo tragó.

jueves, 8 de marzo de 2012

Que como estoy

Últimamente cada día es nuevo. De novedad. Eso no sucede siempre aunque suceda todo el tiempo y haga todos los días prácticamente lo mismo. Antes yo era más un animal que una persona. Un gato. Un pájaro. Un pez. Antes mucha droga. Mucha droga y poca lucidez. Todo era aparentemente lúcido. Por que la lucidez es simpleza y profundidad, pero también es autonomía y claridad. Antes todos los días eran zombis con distintos injertos, no nacimientos. Además no los recordaba. No me detenía a recordar el ayer sino hasta cuando se caía encima del hoy y el presente lloraba a gritos o se hacía burla de puro triste y vivo que quedaba. Yo pasaba por la vida como quien avanza por el anden del metro pensando si  lanzarse al riel o bailar con el guardia. Dependía del minuto.Y de un minuto a otro nevaba. Ahora hay una continuidad de lluvia cristalina sobre verde entre un día y el otro. Ahora tengo espacios mentales, no columnas. Mis pensamientos aparecen tras una puerta blanca, se sientan en un sofá y miran por un ventanal sin cortinas hacia el mar y dialogan entre ellos. Ahora duermo cuando tengo sueño y puedo llenar mis pulmones de aire incluso en Santiago Centro. Ahora tengo problemas de verdad y me inquietan igual que los vitalicios imaginarios, pero estos tienen sentido y por lo tanto solución. Ahora todo tiene sentido. Y no fue una revelación de siesta en la playa como San Juan, sino un largo camino de vuelta, en harapos y sin luna. Tuve que aprender a descifrar el parpadeo de las estrellas. Me dije entonces: Solo lo que tenga luz propia. Ahora duermo tejiendo en el aire un telar escarchado a un segundo por minuto y cuando despierto me cubre y sonrío de pura frescura. Ahora incluso uso reloj, por primera vez. El tiempo ya no es mi enemigo más absurdo. Tampoco mi amigo. Hemos aprendido a convivir. He aprendido a escribir el  verbo convivir. Lo conocí en la misma oración que el verbo amar. Justo al final del capítulo donde entiendo que la balanza no es justicia, sino armonía. Todo esto en el libro sin fin donde escribo que soy yo quien escribe el libro, pero que hay Dios. Y no tiene barba blanca. Solo oídos. Yo lo vi. Inspira y exhala colores y formas según lo que va oyendo. No quiere justicia, sino armonía. Todo es música. Ahora canto.

viernes, 2 de marzo de 2012

Pasaje


Con un prisma cubriendo el corazón -por defecto- hasta una nube mueve la muñeca que lleva el timón. Pero, hay que ver; hay barco y hay norte. Un norte verde y lluvioso que esconde tras la cortina del tiempo un cúmulo de vientos que silban de a una nuevas canciones. Y los vientos donde sea no son para nadie y todo lo contrario, así que se surfean o arrancan lágrimas. Y los nervios donde sea son paranoides que se comen la piel pensando en si habrá calor mañana ¿Cuánto calor? El necesario. Lo innecesario es el único pecado, dijeron. Y yo creo. Creo porque no hay otra manera de amarrarse con una sonrisa al latido incansable del cuerpo. Creo en la Naturaleza que me dice que todo en ella es una metáfora a escala sobre el pobre humano y viceversa. Creo en la luz que me visita cuando cierro los ojos. No creo en mí. Creo en la Voluntad. Porque con un prisma cubriendo el corazón - por defecto- hasta una nube movería la muñeca que lleva el timón.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Perro metálico


Tengo un perro guardíán metálico
Cabe en mi oreja
Y es de color noche
Tan leal
Que no podría no ser desconfiado.

Ladra cuando tengo esa pena rara
Casi vacía
Casi ajena
Casi casi

Solo casi.

Es un perro guardián maldito
Repite solo lo que me hace sangrar por los ojos
Palabras cortopunzantes que amaso y uso de almohada.

Ladra y suena como un tarro oxidado
Que pateo con rabia fuera del camino
Hiriéndome los tobillos y algo más.

sábado, 4 de febrero de 2012

Nieve de Febrero


Será que es siempre invierno
Aunque el sol derrita suelas
Y anoche una serenata de sonrisas
Borrachas durmieron hasta las tres
Mañana siempre es invierno
Cuando yo miro tiritando
Y exclamo ¡La broma más cruel!
Cuando entiendo a Dios.

Que sea invierno y la nieve
Haga lucir como un papel el mundo
Verán la esencia
Millones de caminos
Ni un norte
Mi puño el punto final.

Frío camina conmigo. 

miércoles, 1 de febrero de 2012

Nueve de diamantes



Falta poco
Para que falte poco
Ahora lo absurdo al colmo
Orina, buenos días y cemento
Cables desconectandolo todo

Imagino mi cuerpo
Sentado en la nada a cien metros arriba
Imagino encontrar
Y recojo un nueve de diamantes
Imagino que me importa que piense y pienso
Y luego ya no quiero y pienso igual
Y luego remolinos despertando
Y me miro de afuera y me entro
¿O seré dos dialogantes?
Y si siento, siento violeta con negro
un rayo perfumado que quiebra y riega

Falta poco
Para que falte poco
Y todos dirán no
Y yo diré sí con la luz de un loco

Tengo heredados ojos en el cielo y bueno
Tengo fe
De la más barata y por kilo
Pesa, pero así no duermo
Podría soñar en orden y no regresar
Ser una engañada, una más
Feliz en un delirio de leche tibia
de máquinas raras
De sonrisa fotoplástica inerte
De medalla comprada
Pero no

Falta poco
Para que me hunda en un abismo hacia arriba
Y caiga hecha barro
Falta poco.