sábado, 24 de diciembre de 2011

Sistemita


No me venga con su chisme de media tarde, señora
Hay poco aire aquí y ni un amigo.
He concentrado mi espíritu
Sin embargo aún soy débil ante las sonrisas
Preciosas ocultan lo que no sospecharía elucubrar.
Medio ciega, pero no tanto para no ver
Que el que manda fuera de ley no dará la cara
Prefiere las de los billetes
Porque no hablan y hacen hablar y callar.


La humildad ante el cliente
La humillación al empleado y
Que no tenga hambre
Que no se canse
Que no se ría mucho, ojalá.


Qué tristes, qué cansaditos
¡Mártires de la Codicia!
¡Aborrezco su vacío y su sacrificio!;
Llenen la familia de ausencias
Y esperen la muerte entre extraños.





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