NOE

Me llamo JOCELYN (Noemí Miranda Aros)
me carga el nombre,
lo odio, no refleja nada de lo que soy,
y lo encuentro feo aunque significa
"lo más hermoso"
siempre lo he odiado.

Cuando iba en básica
me dijeron JOCELYN durante esos 8 años...
En la básica yo me sentaba al final,
hablaba sólo con la Marcela,
y constantemente me llamaban el apoderado por "egoísta"
(eso existe?)
los profesores decían que yo tenía problemas
porque tenia las mejores notas
pero nunca le ayudaba a los porros,
pero no era por que no quisiera,
me daba vergüenza...
Lo pasé remal en realidá,
nadie lo entendió.

Un día un amigo que tuve me dijo JÓCE,
de cariño según él, y me gustó...

Entré a la media, a un colegio y un curso totalmente nuevo
y era una oportunidad de empezar de cero,
nadie sabía lo tímida que yo era, lo vergonzosa y lo explosiva...

Y decidí no serlo más, nadie lo sabría,
nadie me conocía y me brillaron los ojitos.
El primer día de clases de primero medio,
saludé a todo el mundo,
en unos cuantos meses,
conocía a personas de otros cursos,
después de otras jornadas
y ya en cuarto medio se podía decir que
era demasiado sociable,
tenía muchos amigos,
y todos me decían JÓCE,
yo me presentaba así...
Hubo mucha gente que jamás supo que me llamaba Jocelyn,
sino que pensaban que mi nombre era
Josefa, Josefina o María José, en realidá daba lo mismo.

Pasaron los años, y de tantos amigos que abarqué poco apretó,
tuve muchas desiluciones, mucha gente me traicionó,
me jugo chueco, me hicieron cosas horribles
y el noventa por ciento de los casos no me lo merecía.

Me decepcioné, me odié, pensé que era mejor no ser así,
entregarle confianza a tanta gente pa' sentirme sola al final,
es permitirle que se metan en tu vida,
y la gente buena escasea... No quise ser más JÓCE...

Entré a la universidad,
y sentía que tenía el equilibrio para decidir algo más cuerdo
y elegir YO de verdad,
ya sabía lo que era no hablar con nadie y hablar con todos,
no saludar a nadie y que me busquen para saludarme...
Y el primer día de clases en la u...
Me preguntaron el nombre en la ronda que hace el sicólogo en la primera clase
y en ese momento ocurrió un parto:

- Hola, yo me llamo NOEMÍ, pero díganme NOE...


NOE sí,
ahí si,
por fin yo.

Y así me llaman hasta los profesores aunque
la lista diga lo contrario.
Me di una tercera oportunidad de ser alguien que nadie más sabía,
me di el tiempo de conocer a varios,
hoy me quedo con un grupo muy pequeño de gente con la que trato,
pero estoy segura que son confiables,
son mis reales amigos, logré el equilibrio social que buscaba
y me permití nacer 3 veces...
Espero no tener que cambiarme el nombre una próxima vez,
ya no sabría como llamarme, já.

Lo que quiero decir es que, siempre se puede empezar DE CERO*,
con otro nombre, con otro pelo, con otra actitud... Es sólo cosa de ACTITUD.





Dedicado a Carlos.