domingo, 30 de octubre de 2011

La garzona que ganaba más



Déjeme primero limpiarle la mesa
Nada entra en provecho si hay migas
Y sea quien sea usted
Tiene hambre
Y qué feo se siente eso.

Por favor escuche el menú
Se lo diré lentamente
Como si no me lo supiera
Para que tenga tiempo de imaginarlo
Y la hiel ayude a elegir bien.

Pondré cada vaso y plato
Con rapidez y elegancia
Mientras recuerdo su rostro y pedido
Para que cuando vuelva otra vez
No repita usted que la ensalada es sin repollo,
que es cocida, con aceite de oliva, o sin primavera. 

Cuando vaya yo a dejarle su postre
Siempre justo después del último bocado de fondo
Pagaré su cuenta por usted en la caja
Porque hace mal levantarse recién comido.
Lo invito a descansar unos minutos.

No se preocupe si no me deja propina
Su vergüenza al salir me enternece.
Y si ha dejado dinero; muchas gracias
Pero no miraré cuánto es
Porque, aunque estoy aquí por monedas,
Mi pago es poder servir
A cualquiera que no sea yo.







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