- ¿Dijo lo que acaba de decir?
- Sí, lo dijo. Pero como si fuera broma.
- ¿Por el tono dices tú?
- Uhm, sí...
- ¿Sí?
- Osea, más que nada, porque no podría decir eso en serio, así como si nada... Creo.
- Pero ¿Es broma?
- Eso quiere parecer al menos.
- Pero lo dijo...
- Sí, cada palabra
- Osea que ¿lo piensa?
- De cierta forma, sí.
- ¿Me lo dice para que sepa que lo piensa?
- ... O es sólo una broma.
- Veo... ¿Cuál es el motivo de bromear?
- ¿Hacer reír?
- ¿Y si no rio?.. Porque no estoy riendo.
- Bueno, hay malas bromas.
- O... es una verdad encubierta.
- También.
- ... Una verdad que no es graciosa.
- Para ti.
- Claro. Además, yo no bromeo... Quizás por eso.
- Por eso no las entiendes.
- Qué terrible. ¿Soy tan seria?
- No... Pero estás en un intento que sí lo es.
- ¿Me estoy poniendo grave?
- Más o menos. Pero está bien. Digo, ya era hora.
- Sí, pero... ¿Tan vulnerable quedé?... Es como bromear a quien ha perdido la memoria y no sabe quién es. Todo puede ser cierto ¡Y como saber! Digo, al final ¿Quién es uno: su pasado o su futuro?.. Es uno de dos, no puede ser ambos. Me confunde el espíritu... ¡Imagina lo frágil! ¡Una simple broma!.
- Es momentáneo. En serio.
- Ojalá... Sufro de paranoia severa aparte, ¿sabías?
- ¡Como no voy a saber!
- Cierto... No nos gustan las bromas.
- Por ahora, no.
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