sábado, 1 de octubre de 2011

Barro



Se ha muerto Dios en mí

Pero no el Amor;

La rama / Su sombra

Yo elijo

Vivir con mis ojos.

Se ha muerto Dios

Y casi fuimos dos

En el mismo nicho

Unidos en el misterio

De quién nace a quién.


He matado a Dios, familia

Y mi sangre tirita

Por la traición liberadora

De lo que vendrá.


Construiré una familia

Agradeciendo a la mía

Por haberme presentado a Dios

Para luego poder matarlo

En nombre de la Naturaleza

y de la naturaleza del Hombre.



Agradecida de veras

Porque esas virtudes son las mías

Germinantemente mías

Deliberadamente mías

Más o menos posibles, mías.


Maté a Dios

Porque no hablará a través de la tetera

Así que no seré guardiana del aire;

Seré cimiento

De un paraíso en la Tierra

Con fuertes raíces como nubes.


Creerán los soberbios que hablo de un trono

Sabrán los honestos que hablo de una mecedora.



No oculto el misterio

Pero si el misterio se oculta ante mí

Que viva así

Yo viviré aquí

Sin pensar en regalo ni castigo.



Confiaré en que el misterio

Misterio debe ser

Así como la luna girar

Y las mareas subir.



Seré todo lo que pueda ser

Porque lo cierto es que soy y luego no

Y ese momento es el único milagro

Por el que vale la pena todo sacrificio.


Seré cimiento

Porque sin tenerlo, fui ruinas

Y está bien que lo fuera

Y que la nada absurda me consumiera

Para en el último aliento

Ser la nada absoluta

Oír mis sollozos

y así sollozaba el mundo

Entonces descubrirme el Todo

Y como Todo

Tuve todos los sueños

Colmados de humanidad

Ansiosos de realidad:


Seré cimiento

Desde la Nada

Hoy, apenas barro

Porque he matado a Dios

Por Amor al Hombre.





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