martes, 13 de abril de 2010

Escena 1, toma 2


"No tengo ná' que pueda malgastar; sólo mi vida."
Mala.


Hago tratados con-migo,
los discutimos y los firmamos.
Si no los respetamos,
revisamos y repactamos.
Existen testigos, firman también,
pero como en un matrimonio:
por muy testigos,
nada que hacer frente a divorcio.

Inútil cuestionar, más aún reprochar.
Al menos yo, no funciono como se supone;
cuerda y consciente de mi bienestar,
sino todo lo contrario. Lo siento.
No esperen actos pulcros, por favor no.

En mi ritmo bailo, canto en mis notas,
en el proceso de conocer mis aptitudes
puedo caer y desafinar, es normal.
Yo lo entiendo, y me basta con eso,
no necesito jueces, sólo amigos.

Escribiré mis nuevas reglas,
impuestas por muchas razones,
olvidadas siempre por tan pocas,
pero siempre mías.

Conocí la voluntad y la respeté,
ahora, el control es engorroso,
imposible dirían muchos,
sobre todo en mis calzones.
Los que alcanzan a entenderlos, claro.

Me deleité en mi logro, ya sé cómo sabe.
Me cagué en el trofeo, también sé cómo sabe.
Voy de nuevo. Y de nuevo.
La excusa frente a la razón;
el querer contra el deber traducidos en poder,
y es tan difícil que entiendo que nadie lo entienda.


















No hay comentarios: