viernes, 5 de febrero de 2010

Prevención de riesgos

Madrugada, obvio. Un celular Entel llamando a un Movistar, ambos celulares tienen identificado en su lista de contactos al otro hace ya varios meses.


- Aló.
- Aló...
- ¿Dormías?
- Eee no, escribía.
- Ah. Oye...ee.. ¿Estás en tu casa entonces?
- Sí, ¿por qué? ¿querí llamar pa' acá?
- Eee no, no... ¿Ábreme? Estoy afuera, parece.
- ¿Parece? ¿estás aquí?
- Sí.
- ¡Pero!
- ¡Pero qué! Ven a abrirme o te tiro una naranja por la ventana.


El Entel corta. Siete minutos después vuelve a llamar al Movistar.


- ¿Aló?
- Aló.
- ¿Donde éstas?
- ¿Me viniste a abrir la puerta?
- Sí, ¡pero no te vi!
- Ah... Es que no estoy ahí.
- ¿Qué?
- Que no estoy ahí.
- ¡Sí, si te escuché!
- ¿Entonces pa' qué preguntas?
- ¡¿Dónde estás?!
- ¡Pero no arquees las cejas!
- Ya.
- Eee... Estoy al frente de la carnicería que venden cuellos de mujer por kilo, ésa que parece panadería, y en fin, aún no sé que es, pero ahora voy para allá... Tenía que saber primero si me ibas a abrir la puerta... Cuando llegue silvaré Madame Geneva's, vivito. Beso.


Entel corta y Movistar queda marcando ocupado.

1 comentario:

Zorrooo dijo...

No te preguntaré si es un hecho real o no. Sólo te diré que está teeeensoooo. Dialogo interior también. Saludos Lulú.