Dejar la cordura para los píos, 
arrepentimiento para cristianos, 
el agua diáfana para los ríos, 
y la represión para los cubanos.
Dejar esos tuyos y estos míos, 
las posesiones suelen ser en vano. 
Dejar en blanco los porqués y sus líos, 
las ambiciones sólo en las manos.
Y de tanto despojo; la desnudez, 
invadiendo todo lo que encontró, 
remozó lo que ves y lo que no ves.
La honestidad antes que sensatez; 
de saber iba igual al encuentro, 
del nosotros único de una vez.
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