miércoles, 23 de marzo de 2011

Concilio

Quise bañarme de sol,
Reposar en la existencia,
Mas las sombras me abrazaron,
sin ganas de hacerlo.

La calma de la iluminación se había ido,
Ni lejos ni hace tanto,
sino tan cerca y pronto,
que dolía la torpeza.

Entonces, me escuché cosa nueva;
Ya no hay emoción en morir.
Antes que oscurezcan los años
Renunciaré a vivir sin sol.

El espíritu hace humano al cuerpo.

Invoco a la Voluntad.
Desusada directriz de mi deseo,
Ansiaré que no me veas desviar.

En mis manos cabe cierta paz,
Ajena a los ires y venires,
Y la quiero, hoy,
Como a la vida.




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