lunes, 28 de marzo de 2011

Holograma


Aventurero, la selva de exóticas frutas
se abre al fin luego del desierto y el barro.
Diez pájaros rojos alargan tus brazos
y sientes ser río atravesando el verdor.
No quita lo dulce que el caramelo sea robado
y lamido y regalado.

Ella es una buena holograma de los sueño de un él
hasta que por la mañana los cuerpos sueñan reales
y en alguna fracción del tiempo
apagarán el episodio.
Suicidas con rosas rosadas tocan el timbre.
Son bien recibidos desde la puerta
hasta el balcón
hasta el balcón
hasta el balcón.


Piensan que la felicidad es un botón
en algún lugar del cráneo y que ella lo pulsa
aún sabiendo que hace rodar la cabeza
y el resto se pierde en otro lado.
Sabe mejor cantar misteriosos mandalas
y ser azúcar en el café del descanso,
Pero el sentimiento ese es un ramo pendiente
cuenta en trances de soliloquios con luna llena.






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