domingo, 7 de noviembre de 2010

La órbita


Humildemente
y llena de juventud aún,
me paró sobre mi planeta,
observo el cielo y pienso;
Me siento complacida
por tanto hombre que me quiere,
por los que me desean
y por los que me respetan.
Más complacida todavía
porque hacen todo eso junto.
Más complacida aún
porque suele ser recíproco.
Y mucho, mucho más
porque, este asunto,
no es el centro de mi mundo.
Sin embargo,
qué agradable es ser orbitada
desde lejos y fijamente
por astros con luz bella y propia.







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