viernes, 6 de agosto de 2010

Brinda


Hoy no me queda nada más que celebrar, y esto cuántos lo pueden decir. Y no digo por miserables, sino por ciegos. Pareciera que si no es con lágrimas no viéramos. Si está todo en calma, sonríe, antes que la fortuna se mude y la incertidumbre inquiete. Debe haber una razón para celebrar, siempre la hay, que no te haga creer el calendario que pesa o la gente que no puedes vivir sin ellos, o tu corazón que no hay olvido o tu cabeza que no hay camino. No, tú brinda, no te emborraches, hoy quiérete lúcido y brinda; por que hoy esto que ayer no, por los cariños comunes que no atesoras, por lo sufrido que pronto será sabiduría, por lo amado y las sonrisas, aunque se hayan ido, amaste. Brinda, por que mañana es otro día y la fe es mas grande que el ayer.